Existen fuertes evidencias geológicas de que la vida en la Tierra comenzó en el agua. Aunque el suceso en sí y el origen mismo de la vida es todavía un misterio, su relación con el agua parece innegable. De hecho, el registro geológico de criaturas marinas es enormemente más rico que el de las terrestres.
Por mucho que dinosaurios como el T Rex o el Diplodocus hayan captado la atención y la imaginación públicas, son los animales marinos como los trilobites o los graptolites los que se usaron para construir la escala geológica de la Tierra, y hoy en día los corales marinos y las minúsculas diatomeas siguen siendo fuentes principales de información para estudiar las variaciones climáticas en el pasado reciente y su influencia sobre los ecosistemas.
Los primeros peces aparecieron en los océanos hace unos 525 millones de años, a finales del período Cámbrico y evolucionaron rápidamente para dominar los océanos hasta el día de hoy. Su éxito fue tan extraordinario que de ellos evolucionaron todos los vertebrados terrestres, incluidos, por supuesto, nosotros, los humanos.
¿Sabías que…?
Algunas especies de peces han evolucionado muy poco desde la era Paleozoica, hace cientos de millones de años?
Los mixines, por ejemplo, y las más familiares lampreas, mantienen muchos rasgos de aquellos primeros peces más primitivos, como por ejemplo la ausencia de mandíbulas.
De cualquier modo, sin duda el fósil viviente más celebrado sea el Celacanto, un raro pez que vive en los fondos del Índico y que se creía extinto desde hace 251 millones de años, hasta que en 1933 unos pescadores capturaron un ejemplar en la costa de África del Sur.