La sed es el mecanismo de defensa del cuerpo para hacernos notar que comienza la deshidratación, y por lo general es el primero de sus síntomas, pero no hay que esperar a tener sed para beber.
Hidratarse regular y adecuadamente forma parte de una dieta saludable.
La principal pérdida de agua tiene a través de los riñones y es expulsada del cuerpo cuando orinamos, pero el cuerpo pierde agua por otras vías: las heces, el vapor de agua que exhalamos cada vez que respiramos y la transpiración de nuestra piel.