El proceso de captación y envasado de aguas minerales naturales está diseñado para garantizar que el consumidor pueda disfrutar de las genuinas propiedades del manantial. Por ello durante el envasado comercial de las aguas minerales sólo se toleran algunos cambios del agua que puedan darse de forma espontánea en el manantial siempre que no afecten al resto de sus propiedades minerales, como los cambios de temperatura, la desgasificación, o la separación de algunos compuestos inestables, como el hierro, el manganeso, el azufre y el arsénico, elementos que también tienden a precipitar en el manantial de forma natural.
¿Sabías que está prohibido desinfectar el agua mineral?
En efecto. El agua mineral debe estar libre de patógenos de forma natural, por lo que no solo es innecesario desinfectarla, sino que está prohibido de forma expresa para asegurar que se trata de una agua naturalmente pura. No obstante, la misma legislación obliga a las empresas envasadoras a realizar exhaustivos controles microbiológicos y bacteriológicos con posterioridad al envasado, para garantizar que el agua en destino mantenga toda su calidad.