La íntima relación entre agua y vida puede resultar un problema para los científicos, que en sus cada vez más exigentes requerimientos analíticos demandan reactivos más puros además de herramientas y ambientes de análisis más asépticos, y el agua pura o ultrapura son fundamentales para lograr este objetivo.
Sin embargo, ni el agua pura ni la ultrapura pueden considerarse aguas potables, y de hecho, beberlas podría ocasionar serios problemas de salud, por lo que –de inmediato- su baja mineralización provocaría la inmediata deshidratación celular por ósmosis.
Tampoco la noción común que asocia el agua pura a la lluvia significa que este agua carezca de mineralización o de vida vegetal y microbiana, una carga biomineral a la que los científicos de diferentes especialidades prestan cada día más atención por sus repercusiones sobre la salud humana, la incidencia en los ecosistemas, e incluso sobre el la formación de lluvia y el clima.
En definitiva, ni agua contaminada ni agua ultrapura: aquello que consideramos agua natural, agua dulce, potable, no es sino un agua equilibrada.
La influencia del océano en Galicia
En Galicia, la influencia del spray marino en el agua de lluvia se deja sentir con fuerza en la franja costera, de modo que el agua de lluvia en una franja que va de cinco a veinte kilómetros de la orilla del mar la lluvia presenta una relativa salinidad, mayor de hecho que el agua de los ríos, que por otro lado, suelen presentar salinidades bajas a muy bajas, en especial en las zonas graníticas.
La eutrofización
Uno de los problemas más comunes de las aguas dulces y oceánicas es el de la eutrofización, que no es otra cosa que un exagerado crecimiento de algas causado por una mineralización desequilibrada –sobre todo por un aporte extraordinario de nitrógeno-. Las aguas nitrogenadas favorecen el crecimiento de algas hasta forzar el límite ecológico del hábitat, pues consumen todo el oxígeno del agua sobreviniendo una mortandad de otros organismos acuáticos, en especial en las capas profundas y los fondos marinos.