Poseidón, dios de las aguas, del mar, de los ríos y de las fuentes para los griegos, Neptuno para los romanos, era hijo de Cronos y Reia y uno de los doce dioses griegos del Olimpo.
Normalmente representado como un hombre de barba portando un tridente, el cual era usado para golpear el mar y para separar pedazos de roca. Él también era imaginado en forma equina, y se creía haber sido el primero en domesticar al caballo. Él vivía bajo el mar y conducía un carruaje tirado por caballos, que se asemejaban a las olas del mar. Tenía poder sobre las tempestades y sobre los vientos.
Garantizaba la seguridad de los marineros o la destrucción de sus buques de acuerdo con su voluntad. Él poseía un palacio de oro, situado en el fondo del mar, y recorría la superficie del agua, en un carruaje de oro, llevada por caballos veloces. Su arma era el tridente, una lanza terminada en tres puntas y con la que podía provocar terremotos en la tierra. Era también dios de los caballos, pues creó el primer caballo con su tridente a partir de una piedra.
Como él era el señor de las aguas saladas y dulces, desafiaba siempre a los otros dioses y entraba en discusiones y conflictos con ellos. Deseaba tener como suya la ciudad de Atenas, bajo las protestas de la diosa Atenea, que consideraba la ciudad como suya. Los dioses hicieron una reunión en el Olimpo y decretaron entonces que la ciudad sería de aquel que ofreciera el regalo más útil a los mortales.
Él creó el caballo y Atenea el olivo. Los dioses decidieron que la diosa había vencido y la ciudad fue dada a ella. Descontento, a veces él sacudía de manera violentamente. Tan furioso que Plutón, gobernador de la ciudad de Hades, saltaba de su trono con miedo de que la ciudad cayera sobre su cabeza.
Ayudó a Pélope a casarse con Hipodamia, hija de Oenomaus, rey de Elis e hijo de Ares. Pélope debería vencer al rey en una carrera de carruajes para quedarse con la muchacha, o si no morir. Las posibilidades de derrotarlo, sin embargo, eran limitadísimas para no decir, inexistentes. Porque el rey jamás había perdido una disputa. Su Alteza poseía caballos que corrían como ciclones. Sin embargo venció, gracias a Dios, que le prestó dos caballos alados de su propio establo. Allí, Hipodamia convenció al cochero de su padre a retirar la correa del carro del rey.
Su esposa, la ninfa del mar (nereida o oceanida) Anfitrite, dio a luz varios hijos suyos, incluyendo Tritón, mitad hombre y mitad pez. Además, poseía un gran número de otros hijos ilegítimos, incluyendo monstruos y gigantes, de sus numerosos casos extraconjugales. En este aspecto se equiparaba a Zeus. Engració la gorgona Medusa, generando Crisaor y Pegasus. Del rapto de Aethra resultó el nacimiento de Teseo. Él también raptó a Amymone cuando ella intentaba escapar de un sátiro.
Los demás de sus hijos son: Sinis, Polifemo, el ciclope, Orión, el rey Amycus, Proteus, Agenor, Belus (de Lybia), Pélias y el rey de Egipto, Busiris (hijo de Lysianassa). Uno de sus casos amorosos más conocidos involucró a su hermana, Deméter. Ella la persiguió y para evitarlo, ella se transformó en una yegua. En su deseo por ella, se convirtió en un semental y copuló con la yegua. De este encuentro nació un espléndido caballo, Arión. Esta asociación posiblemente viene del hecho de, al igual que Deméter, también era originalmente un dios de la fertilidad.